BUENOS AIRES -- "Quiero progresar". Ésa es la frase más pronunciada por uno de los mejores jugadores de Francia. Y las palabras resumen un sentimiento que se transformó en realidad en la vida de Ederson.
La nueva figura del Olympique Lyon nació el 13 de enero de 1986 en Parapua, un pueblo de Sao Paulo. En 2003 formó parte de la selección sub 17, con la que se consagró campeón mundial en Finlandia. Durante aquellos años se desempeñaba en el RS Futebol, un club del sur de Brasil en el que conoció a varios uruguayos y argentinos, gracias a los cuales aprendió a hablar español.
Luego pasó al Juventude y, después de sólo seis meses allí, fue transferido al Niza de Francia. En su tercer partido en este equipo, comenzó a dar que hablar luego de marcar un golazo desde 35 metros.
Con un modo de juego y un físico similar a Rivaldo, jugó tres años en la costa azul, casi siempre como titular. A principios de 2008, el multicampeón galo lo compró en 14 millones de euros, una cifra poco común para el fútbol francés.
Es muy fácil apreciar que su carrera estuvo marcada por aquello que a él lo desvela: la evolución.