Una pequeña firma japonesa comercializa unos nuevos auriculares herméticos que utilizan los huesos como medio de transmisión del sonido y que pueden ser utilizados en la piscina o tomando una ducha.
Los dos extremos del "Audio Bone Aqua" se colocan en las orejas, que transmiten directamente al cráneo las vibraciones generadas por la música. Esta señal se propaga así hasta el oído interno, sin que el tímpano entre en acción.
La percepción es algo diferente a la que se siente con unos auriculares tradicionales, pero la restitución permanece fiel a las tonalidades originales, sobre todo si se utiliza la versión de vibraciones amplificadas y de espectro extendido, una tecnología patentada por la empresa Morito, creadora del producto.
"Con esta técnica, no hay riesgo de que revienten los tímpanos", aseguró un responsable de la firma Morito, que añadió que el conducto auditivo no quedaba taponado por los auriculares.
"Los sonidos exteriores siguen siendo perceptibles", aseguró.
Esto podría ser un elemento de rechazo para los verdaderos melómanos, pero la empresa destacó que "es innegable que escuchar los ruidos ambientales en los lugares públicos, mientras se disfruta de la música, delimita los peligros", a un accidente, por ejemplo.
Morito espera vender 30.000 "Audio Bone Aqua" anuales en Japón, un país que ya cuenta con centenares de modelos de auriculares diferentes.